Reflexiones de María Tomé, cooperativista de EntreAlisios 🙂

Estamos muy ilusionadas porque estos días hemos comenzado con el estudio geotécnico de nuestro solar. Como sabrás, tenemos muchas ganas de ponernos manos a la obra con todo, pero —si las cosas se quieren hacer bien— la construcción de un edificio debe ser un proceso lento y comedido que vaya paso a paso respetando el lugar lo máximo posible. Una cuestión verdaderamente rara avis en las dinámicas que promueve el sector inmobiliario en la actualidad.

Conocer en profundidad nuestra propiedad

En la mayoría de casos cuando se accede a una vivienda, el edificio o la casa ya viene dada y simplemente nos adecuamos a ella. En muchas ocasiones incluso, sólo podemos aspirar antes de acceder a intentar conocer el barrio haciendo visitas, intentando entablar conversaciones con vecinos o indagando por nuestra cuenta. Y la realidad es que vivimos en lugares que no conocemos y que no sabemos cómo eran antes de su transformación. Ni que hablar de poder conocer otras posibilidades que nos podría haber brindado el lugar si hubiéramos podido conocer en profundidad su composición. Simplemente adquirimos la propiedad y entramos a vivir.

En nuestro caso, como promotores y propietarios de la propiedad, estamos teniendo la oportunidad de conocer todos los aspectos que la conforman: desde la propia elección del lugar (su vecindad o sus condiciones climáticas particulares), hasta cuestiones más físicas de la propia parcela como descubrir que por allí, en un lado de la propiedad, pasa un pequeño cauce que podría servirnos como recolector sostenible de agua en caso de que llueva.

En general, como sociedad, nos perdemos muchas capas de información del lugar en el que vivimos. Una de ellas, por ejemplo, es la composición física del suelo.

¿Qué es un estudio geoténico?

Uno de los puntos importantes para poder respetar un lugar (junto con tantos otros), es entender el suelo que vamos a pisar. Para poder conocerlo es importante llevar a cabo un estudio geotécnico; un procedimiento por el cual se estudian y describen las propiedades físicas del terreno, así como su naturaleza.

En nuestro caso específico, hemos contado con el apoyo de Análisis No Destructivos ATLANTE S.L.U., una empresa de consultoría para el análisis y diagnóstico de las edificaciones, sus instalaciones y su entorno con sede en Tenerife.

El trabajo que están realizando estos días conlleva realizar diferentes sondeos y pruebas en nuestro terreno con el fin de establecer un diagnóstico sobre la composición y características del suelo para que la OFIC (el equipo de arquitectas que nos está diseñando el edificio y acompañando en el proceso), pueda tener esto en cuenta para la realización del edificio.

Pero… ¿Por qué es importante estudiar el suelo donde irá el edificio?

Esto es un paso fundamental para conocer en profundidad cómo es el suelo en el que nos vamos a asentar, con el objetivo de entender cuáles son las posibilidades que nos brinda para poder tomar mejores decisiones en el diseño y para respetarlo al máximo, como un bien común, frágil y escaso en Canarias.

Esto significa que las decisiones de proyecto acerca de cómo será nuestro edificio y nuestras viviendas (la estructura, los materiales, su disposición…) que estamos trabajando de la mano de la OFIC, quizás deban necesitar de cambios para adaptarse lo máximo posible al terreno de el Sauzal.

Además, saber qué tipo de suelo es nos brinda las primeras pistas acerca de la edafología del lugar. Es decir, la relación de nuestro suelo con las plantas y seres vivos que lo rodean, lo cual nos posibilitará llevar a cabo acciones que nos permitan renaturalizar nuestro solar. Esta renaturalización es una cuestión clave para contribuir con nuestras acciones cotidianas y el diseño tanto del edificio como de los espacios comunes, a mitigar el calentamiento global y recuperar y proteger los ecosistemas de Canarias.

Pasito a pasito

En nuestra cooperativa celebramos cada pequeño objetivo que vamos alcanzando. A diferencia de los proyectos de vivienda del mercado privado, las promociones impulsadas por cooperativas de vivienda contemplan ritmos más lentos. Esto hace que los procesos sean más largos, pero también nos permite aprender, conocer al 100% el proyecto en el que estamos y ser partícipes de todas las decisiones que, como te comentábamos más arriba, es una excepción (tristemente) en el acceso a la vivienda en la actualidad.

Nosotras nos tomamos esto como algo inherente a los ritmos que estamos siguiendo en otros ámbitos de nuestra cooperativa, tales como: la definición de nuestros valores, la revisión de estatutos, el diseño de las tipologías o incluso la creación de la propia web .

Para nosotras, cualquier reto superado es siempre una buena oportunidad para seguir trabajando, disfrutando en la medida de lo posible del proceso y cohesionando al grupo 🙂. Escribimos específicamente “disfrutar en la medida de lo posible del proceso” porque tampoco queremos romantizar la idea de que enfrentar un proyecto de covivienda sea un camino fácil. En muchos momentos es exigente y contempla retos bastante grandes, por eso intentamos siempre apoyarnos las unas a las otras y repartir las responsabilidades. Como siempre nos decimos, la comunidad es lo más importante.

Estos días hemos disfrutado de poder entrar en nuestro solar y de ver de primera mano qué supone hacer un estudio geotécnico. En la fotografía de arriba, sonriendo, están Merce (socia de EntreAlisios) y Adrián (socio de EntreAlisios y parte de la OFIC). Una experiencia nueva para todas y que, sin lugar a dudas, nos ilusiona porque seguimos dando pasitos para hacer realidad la primera cooperativa de viviendas en cesión de uso de Canarias.

Por último, te compartimos un pequeño vídeo de los operarios de Atlante trabajando: